Se trata de una zona con un fuerte desarrollo industrial y urbano en la que la agricultura ha conseguido mantenerse gracias al esfuerzo de un colectivo de agricultores y ganaderos que han trabajado fuerte por conservar los cultivos tradicionales y por el reconocimiento de su calidad.
La provincia de Bizkaia constituye una gran depresión de la Cordillera Cantábrica y se encuentra surcada, en distintos sentidos, por alineaciones montañosas de considerable altitud, originando un territorio fragmentado, muy compartimentado en angostos valles por cuyos fondos transcurren ríos de carácter torrencial, generalmente. El área de producción comprende 25 términos municipales repartidos en varias franjas a lo largo y ancho de la provincia de Vizcaya. Las comarcas principales de la denominación son Balmaseda y Baquio. La primera abarca los municipios de Balmaseda, Genes y otros tres en la ría de Bilbao: Baracaldo, Sestao y Erandio. La segunda se halla en la parte nororiental de la región y engloba pueblos tan emblemáticos como Santa María de Lezama, Zamudio, Mungia y Gernika.
El Txakolí vivió un pasado esplendoroso, con una importante presencia social y económica. Sin embargo, a finales del siglo XIX se produjo un lento declive que le llevó a vivir una situación muy distinta. La vid se cultiva en suelos de media ladera, resguardados de los vientos del norte y buscando siempre zonas de máxima insolación para conseguir la maduración de las uvas, a una altitud media de 50 – 200 m.
Año de fundación: 1994.
Superficie viñedo: 210 hectáreas.
Suelo: Los suelos son variados, siendo en general de poca profundidad, ligeramente ácidos, de textura franco arcillosa, sobre roca caliza y margas, ligeramente ácidos.
Clima: Atlántico, húmedo y templado. Lluvioso. Debido a una menor luminosidad a causa de las nubes y la condensación, el viñedo se ha intentado plantar en parcelas con una especial orientación.
Pluviometría anual media: 1000-1300 mm.
Insolación anual media: 1650 horas.
Variedades blancas: Hondarrabi Zuri*, Folle blanche o Mune Mahatsa, Zerratia o Petit Courbu, Izkiriota o Gros Manseng, Izkiriota Tipia o o Petit Manseng, Sauvignon Blanc, Riesling y Chardonnay.
Variedades tintas: Hondarrabi Beltza*.
También se elaboran dos nuevos tipos de vino que no coinciden ni en su forma de elaboración ni en sus características organolépticas con el tradicional txakolí:
Vendimia Tardía: Son vinos elaborados con uvas sobre maduradas, producidas en viñedos inscritos, y con un grado alcohólico natural superior a 15 % Vol. Cuentan con un período de envejecimiento en barrica de roble, cuya duración fija el Consejo Regulador en función de las características de la vendimia.
Espumosos: Son vinos con un proceso de elaboración y crianza (Desde la segunda fermentación hasta la eliminación de las lías inclusive), realizado en la misma botella donde se ha efectuado el “tiraje”. Su peculiaridad que lo hace diferente a otros vinos de este tipo, es que el vino base es exclusivamente txakolí calificado.