Tiene un color pálido, es poco aromático y su acidez es baja. El aceite de maíz refinado se puede usar para potenciar otros sabores, freír, rehogar, etc. En la industria de la alimentación se le utiliza para fabricar mayonesas, margarinas, platos preparados, panadería, etc. También podemos encontrar el aceite de maíz virgen, con un color ámbar y con el sabor típico del maíz. El aceite de maíz virgen es un buen aceite para las ensaladas y hacer salsas. Sin embargo, no soporta bien las altas temperaturas, para eso es mejor el aceite de maíz refinado.
Características
El aceite de maíz crudo refinado es comestible, estable y de color claro. La calidad de este aceite comienza en las condiciones de cultivo y desarrollo del mismo. Un maíz cosechado con humedad y secado a una temperatura no superior a 80ºC tiene mayor rendimiento en aceite que uno secado a temperaturas mayores.
Su excelente sabor es una fuente concentrada de energía y de ácidos grasos esenciales, por ello es un alimento muy apreciado por los consumidores.
Este aceite es especialmente útil para comer crudo o cocinado, muy recomendado para aderezar ensaladas y preparar salsa mayonesa. Para aprovechar al cien por cien sus propiedades nutricionales debe ser un aceite obtenido por presión en frío del germen de maíz fresco.
Propiedades
- El aceite de maíz refinado soporta bien las altas temperaturas, por lo que se puede utilizar para freir. Sin embargo, el aceite virgen no soporta las altas temperaturas y es utilizado para las ensaladas por su sabor más intenso.
- Previene la formación de placas de colesterol en las arterias.
- Tiene propiedades antioxidantes por la cantidad de vitamina E.
- Tiene propiedades antienvejecimiento.
- Es utilizado como hidratante de la piel y para proteger y tratar los cabellos secos.
- El aceite de maíz es utilizado para elaborar otros aceites más sofisticados.