Aceite de Coco

El aceite de coco es un aceite vegetal, conocido también como manteca de coco. Se trata de una sustancia grasa que contiene cerca del 90% de ácidos saturados extraídos mediante prensado de la pulpa o la carne de los cocos (Cocos nucifera). Se emplea mucho en la industria de la cosmética (para elaboración de jabones y cremas) y también puede verse en las gastronomías de algunos países asiáticos.

El Aceite de Coco se encuentra de manera líquida a partir de los 25 grados centígrados de temperatura. Por debajo de esa temperatura tiende a solidificarse con mayor intensidad a más baja temperatura. Las propiedades del Aceite de Coco no se alteran al pasar del estado sólido a líquido ni viceversa. Su coloración es blanca en estado sólido y transparente ligeramente amarillenta en estado líquido. Su acidez está por debajo del 2%.

Empleo

Salud

Se emplea fundamentalmente como humectante (en forma de jabones) y actúa sobre la piel como una capa protectora ayudando a retener la humedad. Actúa como un aceite suave y sedoso muy recomendado para la piel irritada e inflamada y también se recomienda para aquellas personas que tienen una piel sensible. Es un excelente acondicionador sin enjuague para el cabello si es aplicado en pequeñas cantidades en las puntas, con el cabello limpio, y nunca sobre el cuero cabelludo, ya que este produce sus propios aceites.

Culinario

Se emplea en los productos de bollería y en la elaboración de aperitivos (junto con el aceite de palma). Sólo el aceite virgen extra es muy sano para la salud, ideal para regular el nivel de colesterol. La manteca de coco, al ser un ácido graso de cadena mediana, no produce daños para la salud si se consume moderadamente. También se emplea, en países asiáticos, para platos de fritura denominados gorem (Indonesia, Filipinas, etcétera).

Industrial

Se emplea como un componente para la producción de biodiésel.

El aceite de coco es un ingrediente base para la manufactura de jabón. El jabón hecho con aceite de coco tiende a ser duro, aunque también retiene más agua que aquellos hechos con otros aceites y en consecuencia los rendimientos al producirlo son mayores. Es más soluble en aguas duras y aguas salobres que otros jabones, permitiendo así que forme burbujas más fácilmente. Un jabón de aceite de coco es claro cuando está fundido y de un blanco brillante cuando solidifica.

Se emplea también en la elaboración de coberturas de chocolate para helados y en la producción de resinas para la Industria química.