La zona de producción está delimitada por los términos municipales, de las provincias de León (mayoritariamente) y Valladolid. Esta denominación abarca tres comarcas: Oteros, Cea y Valdevimbre.
Los primeros vestigios de actividad vitivinícola en León se remontan a la época romana, cuando transitaban por estas tierras los viajeros que se dirigían a La Ruta de la Plata y a El Camino de Santiago.
Posteriormente León se convertiría en el principal abastecedor de vino de toda la zona norte de España. En el siglo X fueron los monasterios los que impulsaron la viticultura mediante la adquisición de los terrenos dedicados al cultivo de la vid. En el medievo, la vid adquiere la categoría de cultivo tradicional en la comarca leonesa.
Del siglo XVI al XIX el progreso del sector no tiene descanso hasta que en el año 1887 la filoxera asoló el viñedo leonés, no recuperándose de esta plaga hasta la segunda década del siglo XX.
La Denominación era una vieja aspiración de los productores del sureste de esa provincia, que ansiaban disponer de este marchamo de garantía para proteger y promocionar los vinos de esas comarcas, obtenidos principalmente a partir de una variedad de uva peculiar y casi exclusiva: la prieto picudo.
Se trata de una variedad cultivada originariamente en la zona de Valdevimbre, extendida posteriormente a Los Oteros y más tarde a la zona de Gordoncillo, que tiene unas características propias tanto en la viña (racimos muy apretados y bayas muchas veces ovoides y con un curioso pico, de donde proviene su nombre), como en la bodega, en la que se obtienen vinos de calidad equiparable a los de otras variedades, como la tempranillo, con la que se la compara frecuentemente.
Año de fundación: 2007.
Superficie viñedo: 1500 hectáreas.
Suelo: Pardos y calizos. Los primeros asentados sobre depósitos pedregosos y los segundos sobre materiales blandos. Pobres en materia orgánica. Ambos se encuentran sobre terrazas aluviales por debajo de los 900 metros de altitud. .
Clima: La provincia de León es un espacio de transición entre la Meseta y la cadena montañosa que presenta un clima de tipo mediterráneo de influencia continental, matizado en algunos sectores por la influencia atlántica. La situación elevada de los viñedos favorece un clima recio y frío. Fuerte contraste de temperaturas entre el día y la noche, con inviernos muy rigurosos, heladas primaverales y veranos suaves.
Pluviometría anual media: 500 mm.
Insolación anual media: 2700 horas.
Crianza: 24 meses con permanencia mínima de 6 meses en barrica.
Reserva: 36 meses con permanencia mínima de 12 meses en barrica.
Gran Reserva: 60 meses con permanencia mínima de 18 meses en barrica.
Variedades blancas: Verdejo, Albarín Blanco, Godello, Malvasía y Palomino.
Variedades tintas: Prieto Picudo, Mencía, Garnacha y Tempranillo