RUEDA

ruedaLa D.O. Rueda, al igual que la ciudad del mismo nombre en el centro de la denominación, se encuentra aproximadamente a 170 kilómetros al noroeste de Madrid, en Castilla y León. Es tierra llana, de la meseta alta, con amplios horizontes y suaves colinas ligeramente onduladas.

La zona de producción amparada por la D.O. está integrada por 72 municipios, de los cuales 53 se sitúan al sur de la provincia de Valladolid, 17 al oeste de Segovia y dos al norte de Ávila.

El desarrollo de la viticultura en esta zona comenzó en el siglo XI, después de la Reconquista, gracias a Alfonso VI, quien ofreció plena propiedad de la tierra a los repobladores. Algunas órdenes monásticas aceptaron de buen grado la oferta y construyeron monasterios, usando los viñedos para proveer a la zona de vino y abastecer a la corte castellana. Posteriormente, llegó a requisar la mitad del vino producido en Medina del Campo, nombre por el que se conocía la zona entonces.

En el siglo XVIII el área de viñedos era más extensa que hoy y estaba plantada exclusivamente con Verdejo. El éxito del vino se debió, en parte, a la clarificación mediante la arcilla local, que producía un caldo muy limpio y duradero. La claridad o limpieza del vino se verificaba mediante un curioso procedimiento donde intervenía una pluma de gallina, cuyo cañón taponaba el pequeñísimo orificio de la cuba. Al retirar la pluma se permitía el paso de un chorro finísimo de vino que mostraba el grado de clarificación. Los vinos de Rueda tuvieron un éxito comercial más que considerable hasta que la filoxera destruyó dos terceras partes de los viñedos entre 1909 y 1922.

Hay tres tipos de vino blanco joven:

Rueda Verdejo: con un mínimo del 75% de uva Verdejo.

Sauvignon Blanc: con un mínimo del 85% de esta variedad.

Rueda: elaborado a partir de un mínimo del 50% de uva Verdejo.

La D.O. Rueda se eleva entre 700 y 800 metros sobre el nivel del mar, con tierras llanas pero altas

Año de fundación: 1980.

Superficie viñedo: 9200 hectáreas.

Suelo: Amplias terrazas aluviales y dilúviales en los márgenes del Duero y de sus afluentes Trabancos, Zapardiel y Adaja. Tierras pardas, ricas en calcio y magnesio, de fácil laboreo y pedregosas con una buena aireación y drenaje y afloraciones calizas en las cotas más altas, de las ondulaciones. Permeables y sanas, su textura varía de arenolimosa a limosa. El pH. de sus tierras oscila ente el 7 y el 8. Este sustrato geológico ha evolucionado en superficie hacia suelos pardos sobre depósitos alóctonos pedregosos, dando lugar a los típicos terrenos “cascajosos” donde se asientan los mejores viñedos de la D.O.

Clima: Continental, ventoso y con cierta influencia atlántica. Las temperaturas caen bajo cero en invierno, pudiendo producirse fuertes heladas, espesas nieblas, viento y granizo. Por el contrario, en el verano los días son muy calurosos, largos y luminosos, aunque las temperaturas no llegan a ser tan elevadas como en la meseta sur. También hay tormentas ocasionales.

Pluviometría anual media: 400 mm.

Insolación anual media: 2600 horas.

Crianza: 24 meses con permanencia mínima de 6 meses en barrica.

Reserva: 36 meses con permanencia mínima de 12 meses en barrica de vinos seleccionados.

Gran Reserva: 60 meses con permanencia mínima de 24 meses en barrica.

Variedades blancas: Verdejo, Sauvignon Blanc, Viura y Palomino.

Variedades tintas: Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Garnacha.