LA MANCHA

lamanchaSituada al sur de la Meseta Castellana, a unos 60 km. de distancia de Madrid. Sus viñedos se extienden por las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.

La Mancha es la región vinícola más extensa del mundo.

Parece ser que el nombre MANCHA debe su origen a la palabra árabe “Mantxa” (tierra seca), aunque otros estudiosos del idioma y de la región opinan que viene de la contracción de la frase “La más ancha”. Tengan razón los unos o los otros, lo ciertos es que las dos explicaciones se ajustan a la realidad manchega.

A finales de la década de 1970, grandes compañías compraron terrenos en la zona e invirtieron en nuevas tecnologías para la elaboración del vino, lo que provocó un revolución en el sector de esta región. Además, un buen número de pequeñas bodegas se agruparon formando cooperativas.

Más recientemente, en los últimos 10 años la inversión realizada en mejorar las infraestructuras de las bodegas ha superado los 360 millones de euros, pero éste es un proceso que no está, ni mucho menos, cerrado, sino que muchas de estas bodegas y cooperativas siguen inmersas en un continuo proceso de modernización.

La incorporación de enólogos, químicos y otros profesionales preparados ha supuesto un salto a la calidad que ya no tiene vuelta atrás.

Año de fundación: 1976.

Superficie viñedo: 191000 hectáreas.

Suelo: La orografía llana y la similar composición del suelo es una constante. Está formado de arcilla arenosa de un color pardo-rojizo, pobre en contenido orgánico y rico en caliza y tiza. Las costras de caliza son habituales, por lo que hay que romperlas para permitir el progreso de las raices de la planta.

Clima: Continental extremado, en el que gélidos inviernos dan paso, casi sin transición a tórridos estíos. En verano se llegan a alcanzar los 45oC, mientras que en invierno el termómetro puede descender hasta –12/1 oC. Se caracteriza por la sequedad durante todo el año, causada por las barreras montañosas que rodean la región y que dificultan la entrada de los frentes húmedos procedentes del mar. La pluviometría es bastantes escasa y las sequías, a veces prolongadas, castigan sus tierras. Esta circunstancia es todavía más determinante si tenemos en cuenta que más de el 95 por ciento del viñedo manchego es de secano.

Pluviometría anual media: 300 a 400 mm.

Insolación anual media: 3000 horas.

Crianza: 24 meses con permanencia mínima de 12 meses en barrica.

Reserva: 36 meses con permanencia mínima de 12 meses en barrica.

Gran Reserva: 60 meses con permanencia mínima de 24 meses en barrica.

Variedades blancas: Airén*, Macabeo, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Pardilla.

Variedades tintas: Cencibel*, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot, Moravia y Syrah.